Con el fin de evitar dañar, perjudicar o modificar los valores y prácticas culturales, religiosas y espirituales de los pueblos indígenas, es pertinente realizar un procedimiento mediante el cual se presente a los pueblos y comunidades indígenas aquellas iniciativas, programas, planes y proyectos que puedan afectarles directa o indirectamente, esto con la intención de obtener el consentimiento o acuerdo de estos grupos sociales.
En el contexto de la implementación de planes, programas o políticas, el proceso de consulta es un derecho de los pueblos y comunidades indígenas a ser consultados y obtener su consentimiento previo, libre e informado, todo lo anterior, fundamentado en el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo.
De esta manera, para llevar a cabo tal proceso, la experiencia y pericia del consultor que colabora con la gestión de dicha consulta son esenciales para llevar a cabo un correcto proceso conforme a derecho, y donde exista un espacio de cohesión entre todas y cada una de las partes involucradas.