Los impactos ambientales pueden clasificarse por su origen, aprovechamiento de recursos renovables y no renovables, por la contaminación que generan y por la ocupación del territorio.
En este sentido, la Ley General de Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente (LGEEPA, 1988) contiene el listado de los proyectos de competencia federal, los cuales requieren de un Estudio de Impacto Ambiental.
En dichos estudios, es necesaria la participación de actores que intervienen en el proceso de la Evaluación de Impacto Ambiental.
En primer lugar, se encuentra el promovente (inversionista), quien se cuestiona ¿Con quién tiene que tramitar sus permisos?, y debe desarrollar su proyecto y describirlo para integrarlo en su memoria técnica.
En segundo lugar, se encuentran los consultores, quienes pueden estar inscritos en los padrones de consultores a nivel federal o estatal. Estos actores deben demostrar que cuentan con la capacidad para identificar los impactos potenciales que se puedan generaren los factores: aire, agua, suelo, etc., y establecer medidas de prevención, mitigación y compensación.
También se incluyen, los peritos capacitados en materia de impacto ambiental, quienes deben conocer sobre los estudios de construcción y temas ambientales.
Finalmente, se encuentran los actores o autoridades competentes según el proyecto, encargados de brindar las autorizaciones en función de viabilidad ambiental, como lo realiza la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT).
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