En el contexto de las Disposiciones Administrativas de Carácter General sobre la Evaluación de Impacto Social en el Sector Energético, emitidas por la Secretaría de Energía (SENER) en 2018, el Área de Influencia del Proyecto emerge como un elemento fundamental para evaluar y comprender los impactos sociales de cualquier iniciativa energética. Estas disposiciones establecen que el Área de Influencia debe estar conformada por tres componentes clave: el Área Núcleo, el Área de Influencia Directa y el Área de Influencia Indirecta.
El Artículo 14 de estas disposiciones define claramente las dimensiones del Área de Influencia y establece que su delimitación varía según el tipo de proyecto. El Área Núcleo, que es el núcleo central de influencia, incluye una zona de amortiguamiento alrededor del polígono del Área Núcleo, y su extensión puede variar dependiendo de la naturaleza del proyecto. Por otro lado, el Área de Influencia Directa y el Área de Influencia Indirecta son igualmente importantes, ya que representan la extensión en la que el proyecto puede tener efectos significativos sobre las comunidades y el entorno.
Estas mismas disposiciones en su Artículo 15. Mencionan que el Área Núcleo que incluye una zona de amortiguamiento deberá considerar:
“I. La zona de amortiguamiento está conformada por un radio de 500 metros alrededor del polígono del Área Núcleo.
II. La zona de amortiguamiento de actividades de transporte de hidrocarburos y transmisión y distribución de energía eléctrica es de 100 metros a cada lado de la franja donde se desarrolla el Proyecto.”
Además de ello, precisa que, en el caso de las actividades de exploración superficial sísmica terrestre, de distribución y transporte de hidrocarburos y petrolíferos por medios distintos a ductos, y de las actividades de distribución por medio de ducto de Gas Natural y Petrolíferos, el Área Núcleo será el área o zona geográfica que se establece en el permiso o autorización correspondiente a dicha actividad.
Para delimitar adecuadamente estas áreas, el Promovente debe considerar una amplia gama de criterios, desde unidades territoriales y patrimonio cultural hasta sistemas ambientales y características específicas del proyecto, tal como se detalla en los Artículos 16 y 17. Esta delimitación precisa es crucial para identificar y evaluar adecuadamente los posibles impactos sociales y ambientales que el proyecto pueda generar en las comunidades circundantes.
La importancia de esta delimitación radica en varios aspectos:
Evaluación Integral: La delimitación del Área de Influencia permite una evaluación más completa y detallada de los impactos potenciales. Al considerar una amplia gama de criterios, se asegura que ningún aspecto relevante quede fuera de la evaluación.
Protección de Comunidades: Identificar claramente el Área de Influencia Directa y el Indirecta ayuda a proteger los derechos e intereses de las comunidades locales. Esto garantiza que se tomen medidas adecuadas para mitigar los impactos negativos y se promueva el bienestar de estas comunidades.
Planificación Sostenible: La delimitación del Área de Influencia también es fundamental para la planificación a largo plazo. Permite a las autoridades y a las empresas involucradas en el proyecto considerar los efectos a largo plazo en la región y tomar decisiones informadas para un desarrollo sostenible.
Para llevar a cabo esta tarea de manera efectiva y precisa, es esencial contar con consultores sociales especializados en impacto social. Estos profesionales tienen la experiencia y el conocimiento necesarios para aplicar los criterios adecuados y realizar una evaluación completa de los impactos sociales en el Área de Influencia. En este sentido, la Coordinación de Estudios Sociales de SEGPRO (Seguridad Proambiental), con su equipo multidisciplinario, se destaca como un referente en el campo. Su experiencia y enfoque integral son fundamentales para garantizar que los proyectos energéticos se desarrollen de manera responsable y en armonía con las comunidades y el entorno en el Área de Influencia.
En conclusión, el Área de Influencia del Proyecto desempeña un papel crítico en la evaluación de impacto social en proyectos energéticos. Su delimitación precisa y la consideración de una amplia gama de criterios son esenciales para garantizar un desarrollo energético responsable y equitativo. La colaboración con consultores sociales especializados, como SEGPRO, es fundamental para el éxito de esta tarea, promoviendo así proyectos que beneficien tanto a la industria energética como a las comunidades locales y el medio ambiente.