El sector energético es uno de los pilares fundamentales para el desarrollo económico y social de cualquier país. Sin embargo, su expansión y operación pueden tener un impacto significativo en las comunidades y el medio ambiente circundante. Por esta razón, es esencial considerar y evaluar de manera integral los efectos sociales de los proyectos energéticos. En este contexto, las Evaluaciones de Impacto Social (EvIS) juegan un papel crucial, especialmente en el marco legal mexicano, donde la Ley de Hidrocarburos y la Ley de la Industria Eléctrica establecen la obligación de realizar estas evaluaciones.
De acuerdo con los artículos 118 y 121 de la Ley de Hidrocarburos, así como los artículos 4, fracción III, 11, fracción VIII, 117 y 120 de la Ley de la Industria Eléctrica en México, corresponde a la Secretaría de Energía (SENER) salvaguardar los principios de sostenibilidad y respeto de los derechos humanos de las comunidades y pueblos en donde se pretendan desarrollar proyectos del sector energético. Esta disposición legal reconoce la importancia de equilibrar el crecimiento económico y el bienestar de las poblaciones locales.
Uno de los principales objetivos de las Evaluaciones de Impacto Social es evaluar cómo los proyectos energéticos pueden afectar a las comunidades y su calidad de vida. Estas evaluaciones permiten identificar de manera proactiva los posibles impactos negativos, como la reubicación forzada de poblaciones, la degradación del entorno natural, la alteración de las dinámicas sociales y culturales, y el acceso a recursos naturales críticos como el agua y la tierra. Además, también pueden destacar oportunidades para mejorar la calidad de vida de las comunidades afectadas a través de inversiones en infraestructura, empleo local y programas de desarrollo comunitario.
El respeto de los derechos humanos es otro aspecto fundamental abordado por las Evaluaciones de Impacto Social. Las poblaciones locales tienen derechos legítimos a un ambiente sano, a la participación en la toma de decisiones que los afecten y a ser consultadas de manera previa, informada y culturalmente adecuada sobre los proyectos que se desarrollarán en sus territorios. Las EvIS ayudan a garantizar que estos derechos sean respetados y que las comunidades sean parte activa en la planificación y ejecución de proyectos energéticos.
Además, las disposiciones legales también establecen la necesidad de cumplir con las disposiciones de impacto social y desarrollo sustentable. Esto significa que los proyectos energéticos deben ser diseñados y operados de manera que sean ambiental y socialmente sostenibles a largo plazo. Las Evaluaciones de Impacto Social son herramientas valiosas para evaluar si un proyecto cumple con estas disposiciones y para recomendar ajustes necesarios en caso contrario.
Por último, la solicitud de Evaluaciones de Impacto Social a los interesados en obtener un permiso o autorización para proyectos energéticos fomenta la transparencia y la rendición de cuentas. Obliga a los desarrolladores a proporcionar información detallada sobre cómo planean abordar los impactos sociales de sus proyectos y cómo beneficiarán a las comunidades afectadas. Esto permite a las autoridades y a la sociedad civil evaluar de manera crítica la viabilidad y el valor de los proyectos propuestos.
Especialistas como Seguridad Proambiental desempeñan un papel fundamental en el desarrollo de Evaluaciones de Impacto Social al aportar la experiencia y conocimientos especializados de sus expertos en estudios sociales. Estos especialistas son clave para comprender a fondo las dinámicas comunitarias, las necesidades locales y las preocupaciones de las poblaciones afectadas por proyectos industriales o energéticos. Su capacidad para llevar a cabo investigaciones exhaustivas y evaluar los impactos sociales potenciales permite a las empresas y autoridades tomar decisiones informadas y responsables, garantizando así que los proyectos se desarrollen de manera ética y sostenible, en beneficio tanto de las comunidades como del entorno ambiental.
Se puede concluir que las Evaluaciones de Impacto Social son una herramienta esencial en el sector energético, especialmente en México, donde la legislación las ha convertido en una parte integral del proceso de planificación y autorización. Estas evaluaciones garantizan que los proyectos energéticos se desarrollen de manera responsable y sostenible, protegiendo los derechos de las comunidades y contribuyendo al desarrollo económico y social del país. Al promover un enfoque más equilibrado entre el crecimiento económico y el bienestar social, las Evaluaciones de Impacto Social son esenciales para construir un futuro energético más sostenible y justo.