Responsabilidad Social Empresarial ¿Para qué?

En nuestro país ha crecido la aceptación e impacto en la sociedad mexicana de las empresas socialmente responsables, ya que desempeñan un rol que les permite dejar de ser un ente meramente económico porque no se limitan solamente a administrar recursos económicos y humanos, sino que les corresponde la creación y desarrollo de nuevos recursos que se imponen y se convierten en exigencias para la supervivencia económica; comenzando por incidir en exterminar los problemas sociales y ambientales que son altamente preocupantes; convirtiéndolas en agentes de desarrollo y transformación social.

De acuerdo con la organización AliaRSE (Alianza para la Responsabilidad Social Empresarial en México), considera que la Genesis de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) se da a mediados del siglo pasado cuando dos organizaciones de carácter empresarial tomaron esta iniciativa: La Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX) y la que en ese entonces fungía como las Uniones Sociales de Empresarios en México A.C. (USEM); pero fue hasta a principios de la década de los noventa cuando se creó el programa de Filantropía Empresarial por parte del Centro Mexicano para la filantropía (CEMEFI), quien también en el año de 1997 creó el Programa de Responsabilidad Social Empresarial. Al inicio del milenio es cuando se empiezan a lanzar las convocatorias para participar en los diferentes certámenes, por ejemplo: Mejores Prácticas de Responsabilidad Social Empresarial y distintivo a la Empresa Socialmente Responsable[1].

En nuestro país existe un instrumento en donde se proporciona la orientación sobre los Principios y Materias Fundamentales de la Responsabilidad Social, buscando ayudar a las organizaciones a contribuir en el desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades[2]. Este desarrollo se enfoca en tres dimensiones que son independientes pero que al final se refuerzan mutuamente: económica, social y ambiental.

La NMX-SAST-26000-IMNC-2011 define a la Responsabilidad Social como la responsabilidad de una organización ante los impactos que sus decisiones y actividades ocasionan en la sociedad y el medioambiente, a través de un comportamiento transparente y ético que contribuya al desarrollo sostenible, incluyendo la salud y el bienestar de la sociedad[3]. Considerando siete principios fundamentales en el capítulo cuarto de dicha guía:

[1] https://www.uv.mx/iiesca/files/2017/03/13CA201602.pdf

[2] Secretaría de Economía – Guía de Responsabilidad Social (economia.gob.mx)

[3] Secretaría de Economía – Guía de Responsabilidad Social (economia.gob.mx)

La Responsabilidad Social Empresarial es de suma importancia ya que todas las que cuenten con el reconocimiento, se ligan automáticamente a sostenibilidad, demostrando tanto a los clientes como a los medios, que existe un interés por las cuestiones socioambientales, partiendo de la premisa que lo importante es cuidar la salud y el entorno de los consumidores, mejorando su situación financiera en equilibrio con la sociedad y el medio ambiente. Las empresas que se integren adecuadamente a la Responsabilidad Empresarial obtendrán beneficios que le facilitaran un mejor posicionamiento en el mercado pensando a largo plazo como un factor esencial para obtener la aceptación y el éxito de las empresas; cabe mencionar algunos beneficios:

En la actualidad, con las nuevas transformaciones sociales y culturales que se han venido dando a consecuencia de la globalización; ha llevado a un nuevo paradigma a las empresas, convirtiéndose en un agente de desarrollo y un actor de carácter social dotado de una cultura, idóneo para crear una identidad de acuerdo con las exigencias del desarrollo sostenible, llevando a las empresas a hacer buenas prácticas que incidan en impactos positivos internamente que cumplen con los obligaciones con los empleados, directivos y propietarios, su interacción y formas de organización; como externamente ya que como empresa tiene que identificar los impactos ambientales y sociales que se puedan generar durante su actividad, pasando así a disminuir los negativos y maximizar los positivos en donde se involucren a los socios, comerciales, clientes, las comunidades, proveedores y/o autoridades.